En la última década, el uso de opioides ha tenido un impacto devastador en familias en todo el país, y la crisis no muestra señales de haber disminuido. Hay más de 144 muertes por sobredosis de droga por día en Estados Unidos y el 63% de esas muertes están relacionas con la heroína o con los medicamentos opioides. Aproximadamente uno de cada cinco adolescentes dice haber usado un medicamento recetado al menos una vez en su vida para drogarse.
Como padre o cuidador, puede ayudarnos a apoyar a su hijo y detener el ciclo mortal del uso de la heroína y el abuso de píldoras opioides. Tómese un momento para leer sobre la epidemia y cómo reconocer las señales de advertencia. Luego, abra líneas de comunicación con su hijo y con otros en su comunidad.
Hechos o Concepciones Erróneas
La cobertura de los medios sobre el tema ha derivado en muchos mitos y concepciones erróneas sobre el abuso y mal uso de los opioides. Es importante separar los mitos de las verdades cuando hablamos con los preadolescentes y adolescentes.
Mito: los opioides recetados son más seguros que las “drogas callejeras” porque los médicos los recetan todo el tiempo.
Verdad: las “drogas callejeras” y los opioides recetados frecuentemente tienen las mismas propiedades adictivas y algunos medicamentos recetados pueden ser incluso peores.
Mito: Hay un gen de las “adicciones” que controla quien se convierte en adicto y quien no lo hace.
Verdad: Los factores genéticos pueden hacer que algunas personas sean más sensibles a los efectos de una droga. Sin embargo, muchos factores determinan la posibilidad de que alguien se convierta en adicto a un medicamento. Esto incluye factores heredados y ambientales.
Mito: El uso de medicamentos contra el dolor siempre deriva en adicción.
Verdad: En la mayoría de los casos, cuando los medicamentos se toman de acuerdo a lo indicado por un profesional, el medicamento contra el dolor es seguro. Es importante analizar la receta detenidamente con un médico. Si el paciente necesita un analgésico durante un plazo largo, podría ser mejor analizar otras opciones en lugar de arriesgarse a desarrollar una adicción a los opioides.
Conozca las Señales
A pesar de que cada caso es diferente, hay señales comunes de potencial abuso y mal uso de opioides en niños y adolescentes. Estos incluyen:
- Cambios negativos en las calificaciones. ¿De repente las calificaciones de su hijo han bajado luego de una larga trayectoria de éxito académico?
- Falta a clases o a la escuela. ¿Usted ya no sabe lo que su hijo hace durante el día escolar?
- Ya no se ve con viejos amigos. ¿Los amigos de su hijo han cambiado de repente?
- Pérdida de interés en actividades usuales. ¿Su hijo ya no parece interesado en sus actividades “favoritas”?
- Cambios en la apariencia. ¿Su hijo ha desarrollado una falta característica de interés por el aseo y la higiene?
- Cambios en el comportamiento general, incluyendo hábitos de comida y sueño. ¿Un niño generalmente energético se ha convertido en un niño apático, o un niño tranquilo ahora está inusualmente revuelto?
Por supuesto, la explicación de un cambio inesperado o repentino no podría estar relacionada con las drogas. Cada persona es diferente, y el mismo comportamiento en diferentes adolescentes puede tener una causa diferente. Confíe en sus instintos, después de todo usted es quien mejor conoce a su hijo. Si algo no parece lo correcto, haga preguntas, investigue, y, si fuese necesario, acuda a un profesional que lo ayude.
La Administación para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en ingles) tiene fuerzas mancomunadas con Discovery Education para crear un programa integral y sin costos para combatir el mal uso de los opioides. Encuentre paseos de campo virtuales, recursos para padres, estándares de idioma en inglés y en español alineados con herramientas K-12, y un desafío nacional de videos de par a par en OperationPrevention.com.
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