8 Maneras de Ayudar a Sus Niños a Hablar por Sí Mismos

By Michele Borba, Ed.D.

Como padres, a menudo, intervenimos y hablamos por nuestros hijos. Manejamos las cosas por ellos porque tenemos buenas intenciones y queremos protegerlos. Pero esto no les sirve de nada. Cada vez que resolvemos los problemas de nuestros hijos y hablamos en lugar de ellos, les robamos parte de su poder para descifrar las cosas por sí solos.

Aunque es posible que lo hagamos para calmar nuestro propio nerviosismo y preocupaciones sobre su progreso, al final de cuentas, solo impedimos que ganen confianza y aprendan a defenderse por sí mismos.

Cuando les dejamos el camino libre, descubrimos que nuestros hijos no necesitan recurrir a nosotros para cualquier cosa. Incluso si al principio se les hace difícil, en última instancia, sus hijos van a ser conscientes de su propia fortaleza y van a poder decir “Yo me ocupo”. Van a encontrar su propia voz y a desarrollar confianza en sí mismos desde adentro hacia fuera.

Les compartimos ocho consejos para ayudar a sus hijos a empezar a defenderse y a armarse de la resiliencia que necesitan para lidiar con las sorpresas de la vida.

Empiece por notar cuando el único que habla es usted. Sí, sus intenciones son buenas, pero esto impide que sus hijos piensen por sí solos. Incluso es más factible que “rescate” a sus hijos si son tímidos. Resista la tentación y pronto sus hijos se darán cuenta de que usted espera que ellos produzcan sus propias respuestas en las charlas, incluso si les toma un rato.

Haga espacio para que sus hijos empiecen a hablar por sí mismos.

Practique dar un paso al costado y esperar pacientemente a que sus hijos descifren la solución al problema que se les presenta. Proporcióneles un rato para que entren en calor y déjeles el tiempo y el espacio para que ofrezcan su propia respuesta. Adopte esta actitud hasta para las pequeñeces. Son las cositas cotidianas las que suman y les enseñan a manejar su propia opinión.

Ofrézcales oportunidades para expresarse en casa.

Los niños necesitan práctica para encontrar su voz y formar sus opiniones para poder expresar sus puntos de vista con confianza. Estas tres acciones pueden ayudarles a desarrollar un razonamiento y una afirmación ética consistentes:

  • Permita los Desacuerdos.
    El mejor lugar para que los niños aprendan a hablar por sí mismos es el hogar, por eso, conviene hacer reuniones familiares para abordar cualquier tema, desde una inquietud cotidiana (las mesadas, las tareas) hasta los problemas mundiales (la pobreza, el bullying). Fije reglas claras, como “A todos les llega su turno y tienen el mismo tiempo para hablar. Escuchen toda la idea de la otra persona. No se permiten los comentarios despectivos.” Motive a sus hijos a expresar sus opiniones y, cuando surja un desacuerdo, ayúdeles a ofrecer un contundente “por qué.”
  • Haga Preguntas.
    Use indicaciones para ayudar a los niños a pensar en asuntos morales y a defender sus posturas. Cosas como: “¿A quién admiras? Nombra tres cualidades admirables de esa persona.” O: “Describe un incidente o acontecimiento del que hayas aprendido una lección por las malas.”
  • Afirme las Creencias.
    Los niños necesitan nuestro permiso para expresarse y reconocer que esperamos que ellos hagan lo correcto. Y nosotros debemos enseñarles que tener integridad no es tarea fácil, defender nuestras creencias morales implica un esfuerzo y la presión de los pares es intensa. Practiquen juntos hasta que puedan hacerlo sin su guía.

Ayude a que se acostumbren a tomar riesgos.

Apoye a sus hijos permitiéndoles apartarse del camino. Hágales saber que pueden apasionarse con sus ideas originales y estar dispuestos a defenderlas, incluso si eso significa desviarse de la norma. Es más, incentívelos a expandir sus zonas de confort, asumiendo algunos pequeños riesgos: “Empieza por escribir tus ideas para que, en algún momento, te atrevas a compartirlas con la clase. Si todavía no animas, cuéntaselas a la maestra después de la clase.”

Armen un guion y practíquenlo hasta que se sientan cómodos hablando por sí mismos.

Tarde o temprano, sus hijos van a necesitar tener charlas individuales con un entrenador, un maestro o un compañero. Este es un buen momento para ayudarles a planear qué les gustaría decir y practicarlo de antemano. Recuérdeles: “Tú puedes. Practiquemos juntos lo que quieres decir. También, puedes practicar frente al espejo hasta que puedas hacerlo sin ayuda.”

Enséñeles cómo defenderse solos.

Haga énfasis en el hecho de que, aunque uno no puede controlar lo que dice o hace el otro, sí puede controlar cómo responderle. Ayude a sus hijos a aprender a defenderse usando la estrategia de la CALMA:

  • CALMARSE.
    Respirar profundo y reconocer las emociones fuertes que han aparecido (enfado, tristeza, frustración). Resistir el impulso de reaccionar sin pensar.
  • AFIRMAR.
    Piense algunas frases de afirmación que sus hijos puedan decir en situaciones difíciles, como: “No me gusta”. “Ya basta”. “¡No quiero!” Las afirmaciones firmes y breves funcionan mejor.
  • LUCIR FUERTE.
    Los niños se los toma menos en serio si lucen vulnerables, por eso, es buena idea enseñarles un lenguaje corporal que exprese seguridad: “Mantén tu cabeza en alto y mira a las personas a los ojos con tus hombros erguidos, los brazos a los costados del cuerpo y los pies firmes sobre el suelo.”
  • MOSTRAR SERIEDAD. Ayude a sus hijos a practicar un tono de voz asertivo; debería ser fuerte y firme, pero no gritón ni enfadado.

Practicarlo a diario.

Como regla general, intente incentivar a sus hijos a hablar por sí mismos de maneras apropiadas para su edad al menos una vez por día. Entrene a los más pequeños para que levanten la mano para responder una pregunta en clase o para pedir su comida en los restaurantes. Los mayores pueden llamar para programar sus citas con el médico o postularse a empleos de verano sin su supervisión.

Recuérdeles (y a usted mismo) que no pasa nada si es difícil.

Explique a los hijos que puede haber reveses y errores. Si se equivocan, motívelos a intentarlo de nuevo. En última instancia, estos retos les ayudarán a crecer. Tenga en cuenta que a los padres les cuesta ver a sus hijos en dificultades, pero no hay que caer en el rescate.

Su objetivo es preparar a sus hijos para que algún día puedan ser independientes. Nunca es demasiado pronto para empezar a ayudarles a desarrollar estas habilidades. Aliéntelos y elógielos mucho. Celebre sus éxitos, ya sean grandes o pequeños. Para los niños, no es fácil salir de su zona de confort, por eso, hay que decirles lo bien que lo que están haciendo. Su fe en sus capacidades los alentará a seguir hablando por sí mismos y a aumentar su confianza.

Al ayudar a nuestros niños a hablar por sí mismos los estamos preparando para seguir su propio camino y estar a la altura de su potencial con confianza y alegría.

Michele Borba, doctora en Educación y autora de Thrivers: The Surprising Reasons Why Some Kids Struggle and Others Shine, es una psicóloga especializada en educación y experta en crianza, bullying y desarrollo de carácter reconocida internacionalmente. Vive en Palm Springs, Calif., con su marido y es madre de tres hijos adultos.

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