Este año, el regreso a la escuela ha tomado un nuevo significado. Las escuelas de todo el país han adoptado distintos enfoques para garantizar la seguridad del personal y los estudiantes, brindar una formación sólida y proporcionar un acceso equitativo a los recursos. Y los desafíos logísticos representan la punta del iceberg.
Tras meses de incertidumbre, interrupción, brechas en la instrucción, aislamiento social, miedo y noticias devastadoras, los niños pueden estar esforzándose para aclimatarse a la nueva normalidad. Entretanto, los padres han estado lidiando con sus propios factores estresantes: desde hacer malabares con las demandas conflictivas hasta soportar las dificultades financieras. En otras palabras, ustedes también están agotados. Aún así, a pesar de los desafíos, los niños son resistentes y ustedes no están nada indefensos.
Aquí, les compartimos cinco maneras en que pueden ayudar a sus niños en la transición hacia el nuevo año escolar.
1. Mantengan la positividad
Los niños miran a los adultos que les rodean para medir cómo deberían reaccionar ante una situación. Si los padres parecen estar alarmados, van a sentirse menos seguros. Si los padres parecen esperanzados y transmiten calma, van a conservar una sensación de optimismo. Por eso, reflexionen sobre cómo van a hablar sobre sus planes escolares.
Si se centran en lo que falta o hacen comentarios despectivos de los maestros o los administradores, ellos van a absorber esta actitud. A los niños puede costarles mucho desprenderse de un comentario que hicieron sus padres en un fugaz momento de frustración.
Tampoco es que tienen que ser falsos o reprimir sus emociones, al contrario, procesen su sentimientos con un amigo, un socio, un colega o un terapeuta en privado y hagan el esfuerzo de pensar con flexibilidad y justicia. Validen las inquietudes y los miedos de sus niños y ayúdenles a pensar más expansivamente. Céntrense en los esfuerzos generales para garantizar que tengan la mejor y más segura experiencia posible.
“A medida que reciban novedades de la escuela, compartan información suficiente para ayudarles a entender y para que les hagan preguntas.”
Para que los niños estén animados con el año escolar, transmítanles entusiasmo. Tomen fotografías escolares, si es algo que suelen hacer, preparen un desayuno escolar especial o llamen a los abuelos al final del día para compartir los momentos más especiales de la jornada escolar. También es buena idea que la zona de clases en casa tenga decoraciones y personalizaciones alegres que despierten el entusiasmo por el aprendizaje en los niños.
2. Diseñen Su Propio Plan de Apoyo de
Quizás hayan hecho un día de prueba para calmar la ansiedad de sus niños de pasar de grado, de todos modos, mantengan vivo el diálogo y las actividades a lo largo del año escolar. Para los niños, puede ser difícil sentir que se están perdiendo la experiencia tradicional. Traten de acercarse a las actividades escolares no académicas todo lo que puedan.
Esto podría ser: llevarles a jugar al patio de la escuela, caminar por las instalaciones de la escuela, organizar un encuentro virtual con los compañeros de clase o programar una reunion para conocerse y saludarse con distanciamiento social entre sus niños y su consejero escolar o administrador. Al mismo tiempo, aprovechen todas las actividades virtuales que ofrezca la escuela.
3. Céntrense en las Fortalezas de Sus
Si sus niños están retrasados desde el punto de vista académico, la transición podría costarles mucho, quizás porque no tuvieron acceso a la instrucción especializada o la tecnología adecuada. Céntrense en las fortalezas que hayan desarrollado durante la cuarentena y cualquier cualidad innata que ustedes crean que les ayudará a progresar. Si sienten que están a la altura del reto, la confianza reforzará su resiliencia.
Tal vez quieran señalarles a sus niños que fueron capaces de pivotar de la noche a la mañana y exhibir flexibilidad durante un período de prueba o que fueron un gran apoyo para sus hermanos menores o que fueron emprendedores a pesar de la empinada curva de aprendizaje.
“Aseguren a sus niños que no van a decepcionar ni a ustedes ni a los maestros si les lleva tiempo volver a la rutina.”
Ayúdenles a establecer expectativas realistas. Señálenles que un gran porcentaje de los alumnus habrá perdido terreno y que los educadores esperan poner los niños al día y abordar sus necesidades. Aseguren a sus niños que no van a decepcionar ni a ustedes ni a los maestros si les lleva tiempo volver a la rutina.
4. Dígales Qué Pueden Espera
Ya sea que sus niños tengan cinco o 15, puede ser irritante descubrir lo diferente que es todo ahora. Quizás entiendan que tienen que usar una mascarilla y mantener la distancia social, pero, a lo mejor, no comprendan el alcance total de la situación.
Es posible que los alumnos se pasen el día entero con el mismo pequeño grupo de estudiantes, en el mismo salón de clases. Es posible que no visiten la sala de arte, participen de deportes o de una audición para una obra de teatro. Mientras que la necesidad de estos retoques puede parecer evidente para nosotros como adultos, sus niños quizás no apliquen la misma lógica.
No es necesario que les cuenten todos los detalles. A medida que reciban novedades de la escuela, compartan información suficiente para ayudarles a entender y para que les hagan preguntas. Por ejemplo, les irá mejor si saben por adelantado que va a haber un cierre inesperado, si los patrones de llegada y salida serán diferentes o si tendrán el recreo en grupos mucho más reducidos y necesitan comer el almuerzo en el salón de clases.
5. Consideren las Necesidades Emocionales y Sociales de Sus Niños
Conozcan a sus niños. Para los niños introvertidos, el regreso a las interacciones diarias en persona (o incluso en un abordaje híbrido) puede ser agotador. Los niños extrovertidos quizás se sientan aliviados de recibir un mayor estímulo social, pero luego lucharán contra el “FOMO de la cuarentena” (el miedo a perderse algo) si tienen que respetar más estrictamente las normas de distanciamiento social que sus compañeros. En cambio, si para ustedes, el otoño es solo una continuación del aprendizaje virtual, los niños extrovertidos podrían sentirse muy decepcionados. Hablen con ellos acerca de sus sentimientos y cuál es la menor manera de respaldarles.
Para algunos niños, desempeñarse frente a sus pares todo el día es una fuente de estrés, ya sea porque tienen necesidades de aprendizaje específicas, miedo a hablar en público o han sido objetos de bullying. Para estos niños, el aprendizaje remoto puede haber sido un respiro y regresar al salón de clases les desencadena la ansiedad. Validen las inquietudes y trabajen con la escuela para establecer un sistema de apoyo.
Todo el mundo está experimentando un nivel de base de ansiedad, sumado a la ansiedad habitual del regreso a la escuela, pero si notan cambios importantes en el aspecto, el sueño, la alimentación, la socialización o el desempeño académico de sus niños, consulten a un terapeuta o al pediatra.
Lo mismo corre para ustedes. Sus niños les están estudiando y observando para encontrar tranquilidad. Necesitan que ustedes estén estables, calmados y con una presencia coherente a través de todos estos cambios en su vida, así que practiquen el cuidado propio y no duden en buscar ayuda profesional también para ustedes. Tendrán más herramientas para ayudar a sus niños en su transición escolar, sea cual sea.
Phyllis L. Fagell, LCPC, es autora de “Middle School Matters” (La escuela intermedia importa), consejera escolar en la Sheridan School de Washington, D.C., psicoterapeuta y colaboradora habitual de The Washington Post y otras publicaciones. Lean su blog en PhyllisFagell.com y sus tuits en @pfagell.